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Riesgos Disergonómicos en Trabajos de Oficina: Cómo Afectan la Salud y Cómo Prevenirlos

El trabajo en oficina, aunque en apariencia seguro y exento de peligros evidentes, puede implicar una serie de riesgos disergonómicos que afectan la salud y el bienestar de los trabajadores. Estos riesgos, derivados principalmente de la postura incorrecta, el uso prolongado de dispositivos tecnológicos y la falta de actividad física, pueden provocar una variedad de problemas musculoesqueléticos, fatiga visual y otros trastornos asociados con el entorno de trabajo. En este artículo, exploraremos los principales riesgos disergonómicos en los trabajos de oficina, sus efectos sobre la salud y las medidas de control que pueden adoptarse para mitigarlos.

¿Qué son los riesgos disergonómicos?

Los riesgos disergonómicos son aquellos que surgen de una incorrecta adaptación del lugar de trabajo a las características físicas y psicológicas del trabajador. Estos riesgos pueden afectar la postura, el confort, la eficiencia y la salud general del trabajador, y están estrechamente relacionados con el diseño del puesto de trabajo, la disposición del equipo, y la organización de las tareas.

Principales riesgos disergonómicos en trabajos de oficina

1. Posturas Forzadas y Prolongadas

Pasar largas horas sentado en una silla de oficina, especialmente si no está adecuadamente ajustada, puede provocar problemas de salud como dolores en la espalda baja, cuello y hombros. La postura encorvada o el mantener la cabeza inclinada hacia adelante durante periodos prolongados son ejemplos de posturas forzadas que aumentan el riesgo de desarrollar trastornos musculoesqueléticos.

  • Consecuencias: Dolores de espalda crónicos, tensiones musculares, síndrome del túnel carpiano, y problemas de circulación.

2. Movimientos Repetitivos

La repetición constante de movimientos, como teclear o usar el ratón, puede llevar a la fatiga muscular y al desarrollo de lesiones por esfuerzo repetitivo (LER). Estas lesiones no solo afectan las manos y las muñecas, sino también los brazos, hombros y cuello.

  • Consecuencias: Tendinitis, síndrome del túnel carpiano, y otros trastornos relacionados con el uso repetitivo de ciertas partes del cuerpo.

3. Fatiga Visual

El uso prolongado de pantallas de computadora sin descansos adecuados puede causar fatiga visual, conocida también como síndrome de la visión por computadora. Esto incluye síntomas como sequedad ocular, visión borrosa, dolores de cabeza y tensión ocular.

  • Consecuencias: Dolor de cabeza frecuente, visión borrosa, irritación ocular, y dificultades para concentrarse.

4. Ambiente de Trabajo Inadecuado

La iluminación deficiente, la temperatura inadecuada, y el ruido excesivo también contribuyen a los riesgos disergonómicos. Una iluminación incorrecta puede forzar la vista y causar fatiga visual, mientras que un entorno ruidoso puede aumentar el estrés y la fatiga mental.

  • Consecuencias: Estrés, fatiga, disminución de la productividad, y problemas de concentración.

5. Falta de Actividad Física

El sedentarismo, característico de los trabajos de oficina, está asociado con una serie de problemas de salud, incluyendo el aumento de peso, la disminución de la masa muscular, y el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

  • Consecuencias: Aumento de peso, problemas de circulación, enfermedades cardiovasculares, y disminución de la capacidad física general.

Medidas de prevención y control
Pausas-activas

Para minimizar los riesgos disergonómicos en el entorno de oficina, es esencial implementar una serie de medidas preventivas que mejoren tanto el diseño del puesto de trabajo como los hábitos del trabajador.

1. Diseño Ergonómico del Puesto de Trabajo

  • Sillas: Utilizar sillas ergonómicas que ofrezcan soporte lumbar adecuado, con ajustes de altura y respaldo que permitan una postura neutral y cómoda.
  • Escritorios: Ajustar la altura del escritorio para que los brazos formen un ángulo de 90 grados al escribir o utilizar el ratón. Mantener la pantalla de la computadora a la altura de los ojos, a una distancia de 50-70 cm del rostro.
  • Distribución del espacio: Organizar el espacio de trabajo de manera que los elementos utilizados con frecuencia estén al alcance de la mano para evitar estiramientos innecesarios.

2. Descansos Regulares y Micro-pausas

  • Descansos visuales: Cada 20 minutos, se recomienda apartar la vista de la pantalla durante al menos 20 segundos, mirando algo a una distancia de 6 metros para reducir la fatiga ocular.
  • Micro-pausas: Incluir breves pausas cada 30-60 minutos para realizar estiramientos y cambiar de posición. Estas pausas ayudan a prevenir la rigidez muscular y mejorar la circulación.

3. Promoción de la Actividad Física

  • Ejercicio: Fomentar la práctica regular de actividad física, como caminar durante la hora del almuerzo o utilizar escaleras en lugar del ascensor.
  • Equipos de ejercicio: Proveer herramientas como balones de estabilidad o escritorios de pie para que los empleados puedan variar su postura y moverse más durante el día.

4. Iluminación Adecuada y Control del Entorno

  • Iluminación: Asegurar una iluminación adecuada, preferiblemente natural, para reducir la fatiga ocular. Evitar reflejos y deslumbramientos mediante el uso de cortinas o filtros de pantalla.
  • Temperatura y Ruido: Mantener la temperatura del entorno en un nivel cómodo (entre 20-24 grados Celsius) y minimizar el ruido ambiental para reducir el estrés y mejorar la concentración.

Los riesgos disergonómicos en los trabajos de oficina son una preocupación que no debe subestimarse. Aunque estos riesgos no son tan evidentes como los de otras industrias, sus efectos acumulativos pueden ser devastadores para la salud de los trabajadores. Adoptar un enfoque proactivo que incluya la ergonomía, pausas regulares, y la promoción de la actividad física es esencial para proteger la salud y el bienestar de los empleados, al mismo tiempo que se mejora la productividad y se reduce el ausentismo laboral. La clave está en la prevención y en la implementación de un entorno de trabajo que se adapte a las necesidades físicas y psicológicas de cada trabajador.